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Fotografía: José Hevia
Interiorismo: Raúl Sánchez Architects

Con mosaicos y mucho microcemento, el color inunda este alegre apartamento en el Eixample de Barcelona

Que la sobriedad puede estar ligada a la claridad y las tonalidades intensas, llenas de ritmo y dinamismo, es una teoría que ha demostrado en un piso de la capital catalana el estudio de Raúl Sánchez Architects.

Hay mucha sorpresa a golpe de color a lo largo de sus 170 metros cuadrados. Especialmente, lo que se ven son giros dramáticos de combinaciones cromáticas que transitan con naturalidad en este apartamento de Barcelona, el cual encuentra en un largo frente de madera de nogal su eje conductor perfecto. Al menos así lo supo ver el estudio de Raúl Sánchez Architects a la hora de acometer la reforma, y de transformar un piso que respiraba esa esencia noble de las fincas clásicas de finales del XIX que definen muchos de los inmuebles del Eixample de la Ciudad Condal.

El salón da a la fachada de la calle Girona. En portada, de izq. a dcha., butaca LC03 y sofá Square 16, ambos De Padova, mesita Coffee Table de Noguchi para Vitra y sillón Lina de Tacchini. El aplique de pared es de Flos.

El largo panel de madera de nogal actúa de eje conductor del proyecto y, a su paso, se abren las diferentes estancias del piso. Los suelos hidráulicos diferencian ambientes a modo de alfombras.

Su posición, aparte, no podía ser más privilegiada, empezando por una fachada que da tanto a la calle Girona como a un amplio patio de manzana. Gozaba de buena ventilación, además de luz natural adicional a través de un bonito patio interior con carpinterías de madera y vidrios tintados de azul. Tales virtudes, de acuerdo al despacho, fueron las que dictaminaron la obra, cuya inspiración vino determinada por un elemento original que el arquitecto se encontró. “Era un largo frente de madera, oscura, elegante y con el poro abierto, que parte desde el salón y recorre toda la longitud del piso, 21 metros en total, hasta llegar a la galería que da salida al patio interior de manzana”, cuenta Raúl Sánchez.

Un mueble bajo a medida, en color verde manzana, unifica de pared a pared el salón. En la pared, obra Forest in red de Malgosia Jankowska, en Víctor Lope Arte Contemporáneo.

En la galería de este piso del Eixample, taburete Cork Family de Vitra, butaca de los dueños y aplique Mini Button de Flos. Obra Lumen 26 de Francisco Suárez, en Víctor Lope Arte Contemporáneo.

Detalle del muro que separa el salón del comedor.

Un vínculo muy inusual

Tras la reforma, a lo largo de esta fachada interior de madera se van sucediendo los espacios con un uso más colectivo, y su anchura aparece siempre sobredimensionada para constituirse como ambientes de estar, no solo de paso, mezclando estancias con un uso más definido, como el salón o el comedor, con otros más ambiguos, como el acogedor espacio junto al patio interior. La importancia de este plano de corte/fachada interior se refuerza dotándolo de un principio y un final. En el salón, un “cuadro” de latón y acero inoxidable lo remata. Y hacia la galería, una puerta pivotante de iguales dimensiones recibe los mismos materiales pero, esta vez, cambiados de posición, insinuando una unión inmaterial de estos dos frentes metálicos en cada extremo del piso.

Lo detallan desde Raúl Sánchez Architects. “Más allá de esta puerta pivotante, el frente de madera se cuela en la habitación para indicar que este espacio tiene una etiqueta híbrida, pudiendo ser tanto un dormitorio como una sala de uso común más”. Son varios los elementos que ayudan a seguir generando esa idea de continuidad. Así, todos los espacios comunes aparecen unidos por un mismo pavimento de microcemento blanco, mientras que los suelos de mosaico hidráulico recuperados se disponen en lugares clave para hacer de separadores naturales de ambientes.

Vista del frente de madera de nogal en este apartamento del Eixample.

El comedor se resuelve en azul y blanco. Mesa Maarten de Viccarbe, sillas All Plastic Chair de Vitra, luminaria de techo Splügen Brau de Flos y, sobre el banco, cojines diseño de Catalina Montaña.

La galería recibe iluminación adicional a través de un bonito patio interior con carpinterías de madera y vidrios tintados.

Al abrir las puertas del panel, la cocina de este piso en el Eixample barcelonés se muestra en un rotundo verde. Encimera de mármol Luminous de Granith, grifo de Vola, electrodomésticos de Smeg, apliques de pared Nabila de Tooy y luminaria de techo Mercer de Marset.

Tras una puerta pivotante, igual que el “cuadro” del salón, aparece la habitación principal para indicar que este espacio tiene una etiqueta híbrida, pudiendo ser tanto un dormitorio como una sala de uso común más.

Fantasía multicolor

También el mobiliario juega un papel importante a la hora de definir el estilo de este piso en el Eixample. De ahí que en su interior figuren piezas integradas, diseñadas todas a medida para el proyecto, utilizando unos tonos alejados intencionadamente de los colores de los mosaicos o de la madera, añadiendo contrapuntos cromáticos a un interior mayormente sosegado.

De hecho, la cocina se abre hacia el comedor como un mundo verde rotundo con una banda blanca y amarillenta en el frente de mármol. El baño compartido juega con distintos tonos de verde y amarillo, mate y brillantes, a la vez que los dormitorios se erigen como entornos más calmados, con suelo de madera de roble y apuntes en azul mediante revestimientos de pared o los diseños textiles de Catalina Montaña, confeccionados ad hoc.

En el salón, el frente de madera termina en una estantería resuelta en un delicado verde manzana, el cual en Raúl Sánchez Architects lo han utilizado también en el mueble bajo que va de pared a pared en la zona opuesta del mismo espacio. Ahí justo es donde unas originales aperturas redondas dejan penetrar la luz natural a la zona habilitada como sala de estar y comedor, resuelta en tonos azules y enfrentada a la cocina cuando se abren las puertas. El proyecto y la intención de Sánchez fue, de acuerdo a él, la de dejar en todo momento los espacios algo inacabados, con un sutil carácter incompleto, abriendo así las distintas opciones de ocuparlos y usarlos a corto y largo plazo.

También el blanco y el azul son los colores que mandan en el dormitorio principal, del mismo modo que en el comedor.

Baño secundario con grifería de Icónico, inodoro de Flaminia, lavabo Starck de Duravit y luminarias E27 de Muuto.

Los dormitorios de esta casa del Eixample son entornos más calmados, sensación que se logra con suelos de madera de roble. En primer plano, el baño en formato suite, con lavabo de Cielo, grifería de Icónico y una paleta de colores que gira alrededor de los blancos y grises.