El paisajismo del hotel, diseñado por Greenways y dirigido por Karolos Hanikian, esconde infinitos rincones frondosos y exóticos con jardines aromáticos incluidos.
El complejo cuenta con tres restaurantes. Desde el bar de la piscina, cenas al aire libre en una típica taberna griega o más formales en La Bouillabaisse, hasta la exquisita selección del bouffet Bacchus (en la foto), ofrecen lo mejor de la rica gastronomía cretense y griega.
Detalles de lujo completan las habitaciones, equipadas con un sistema que controla la iluminación y la temperatura con solo tocar un botón. Es la fórmula con la que este hotel en el mar Egeo pretende reducir la huella ambiental.
La naturaleza como pilar fundamental
Tras las fachadas encaladas, el interiorismo del Minos Beach Art Hotel explota el encanto de la sencillez y cede todo el protagonismo al entorno marítimo exterior. Con atmósfera contemporánea, las habitaciones se conciben como un mundo táctil de hormigón y baldosas en bruto, vigas a la vista, carpintería de madera, colores apagados y neutros. Apenas hay mobiliario, y cada detalle es un homenaje a los materiales naturales. Los hay con vistas a la bahía, en primera línea, con cocina, con una o varias habitaciones y hasta con piscina privada. Sin importar su tipología, cada bungaló cuenta con una pequeña terraza diseñada con texturas y estilo cretense para disfrutar del aire libre veraniego.
Además de las habitaciones, el hotel de temporada (abre de abril a noviembre) tiene numerosos spots, cada uno concebido como verdaderas experiencias sensoriales. Pasear entre sus jardines aromáticos, relajarse en sus dos calas privadas o sus innumerables tumbonas colocadas estratégicamente al borde del mar Egeo, así como deleitarse con la mejor gastronomía griega en sus tres restaurantes supervisados por el galardonado chef Giannis Baxevanis, son algunas de las deliciosas propuestas de este complejo. Y, de hecho, con ellas se logra que el huésped, de la misma manera en que lo hace la arquitectura, entre en contacto con el entorno circundante.
A lo largo de 2,5 kilómetros de costa, el hotel ofrece numerosos espacios para relajarse y disfrutar al borde del mar, con un sinuoso diseño inspirado en la naturaleza y plagado de tumbonas con sombrillas.
Gran vocación
El arte integrado en el paisaje forma parte de la historia del hotel, ligada a la Fundación George y Aristea Mamidakis, creada en 1988 por Gina Mamidaki, hija de ambos. Ese mismo año ella organizó el primer Simposio de Arte Minos Beach. “Al crear la Fundación que nombré en honor a mis padres, pude traer a Minos Beach a 32 escultores de renombre local e internacional para crear obras inspiradas en el medio ambiente. El resultado transformó los terrenos del hotel en un verdadero jardín de esculturas con más de 50 instalaciones de arte”, explica Mamidaki.
Tras dos simposios más, varias exposiciones colectivas y un extenso programa de residencias artísticas, el entorno se ha convertido ahora en un verdadero museo al aire libre con obras de influyentes artistas griegos. No fallan Rena Papaspyoru, Costas Tsoclis, Ileana Arnaoutou e Ismene King o Frosso Michaela, todas conectadas con la cultura de Creta o el entorno natural del mar Egeo. Pero el proyecto no solo abarca el Minos Beach Art Hotel, sino otros enclaves que forman parte del bluegr Hotels & Resorts, que cuenta con hoteles en Creta, Atenas y Rodas, dirigido por Gina Mamidaki con su constante enfoque en el respeto por el entorno natural.
Ella misma lo sentencia. “La sostenibilidad se trata de dar más de lo que tomas, y es una prioridad para nosotros. Utilizamos solo productos locales y hemos adoptado una filosofía basada en la conciencia ambiental”, explica la consejera delegada de la firma. Bajo su visión creativa y su compromiso con el crecimiento sostenible, bluegr se ha convertido en una gran impulsora del llamado lujo descalzo, priorizando la sostenibilidad, la simplicidad y una apuesta por una experiencia auténtica.
Cerca del gimnasio del hotel, en uno de los jardines, se encuentra este Minotauro obra de Frosso Michaela, una de las primeras obras site specific añadidas a la colección de la fundación. Lleva expuesta desde 1970 y representa el símbolo de la historia de Creta con claras referencias a la escultura griega prehistórica.
Las aguas cristalinas de la Bahía de Mirabello, en el mar Egeo, bañan la costa y ofrecen un paraje único para nadar o practicar buceo desde el centro deportivo que forma parte del Minos Beach Art Hotel.