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Menorca acoge un viaje de “locura creativa” en la galería Casa Estudio Granados

Fotografía: Daniel Schäfer

El catalán Pau Escat presenta la exposición del verano Let It Bleed, la cual se puede disfrutar en la sede menorquina de su galería Casa Estudio Granados. En MANERA ya la hemos visitado y la conclusión es clara: sus ocho artistas merecen muchísimo la pena.

Si algo diferencia al arte abstracto del figurativo es la pureza con que el primero transmite las emociones, y sin que formas reconocibles influyan entre la obra y el espectador. “Una de las cosas que más me emociona de lo abstracto es la diversidad de interpretaciones que puede tener”. Lo cuenta el artista y galerista Pau Escat a raíz de Let It Bleed, la muestra colectiva que hasta el 31 de agosto ocupa la sede de su galería Casa Estudio Granados en Menorca, en la que cualquiera, siempre bajo cita previa, es bienvenido a entrar. Tanto los apasionados del abstracto y quienes abogan más por lo figurativo, como todo aquel que desee conocer el interesante local que Escat regenta en pleno Maó.

Dos piezas de la artista francoamericana Gabriela Meunie (nacida en Mallorca) en la actual exposición de Casa Estudio Granados en Maó, Menorca. 

Para Pau esta aventura empezó en la pandemia, un momento en el que “artistas de todo el mundo sintieron la necesidad de encontrar nuevas formas de exponer sus obras”, explica. “Fue entonces cuando decidí embarcarme en un proyecto emocionante: crear exposiciones en espacios únicos, alejándome del enfoque convencional de las galerías tradicionales”. De esta manera, Casa Estudio Granados cuenta a día de hoy con dos espacios. Uno en l’Eixample de Barcelona (València, 210) y otro, en una de las zonas más privilegiadas de la ciudad de Maó en Menorca (José María Cuadrado, 41). Pero, además, a las dos galerías se les va a unir pronto una tercera en Parlavà, el Empordà.

Una obra de Pau Escat en su propia galería.

La pintora neoyorquina Dana James ha contribuido con esta pieza a la fantasía abstracta de Let It Bleed.

Paredes con historia

La galería menorquina de Pau Escat no es una cualquiera: salta a la vista viendo las fotos del local. Sus techos altos con grandes ventanales esconden historias de la antigua fábrica de abarcas tradicionales que se encontraba en el lugar hace décadas, con pequeñas notas y mensajes que todavía se pueden leer por sus paredes. En comparación con la galería de la capital catalana, de acuerdo a su dueño, “la sede menorquina sigue un enfoque diferente y más transgresor. Al fin y al cabo, es un espacio rompedor que presenta un concepto audaz”. 

Ahora mismo sus paredes demuestran tal audacia, y lo hacen con una muestra que invita a dejarse llevar. Las piezas de Let It Bleed quieren transmitir una poderosa sensación de libertad y provocar una respuesta visceral en quienes las visitan. Pau lo describe como “un intento de transportar al espectador hacia un estado de locura creativa, donde la pintura y los materiales fluyen sin restricciones”. Para ello, la exposición muestra un gran abanico de estilos, técnicas y perspectivas de la mano de ocho artistas escogidos cuidadosamente: Hannes Schauer, Melanie Berman, Beñat Olaberria, Gabriela Meunie, Iñaki Moreno, Tycjan Knut, Dana James y, claro está, el mismo Pau Escat.

El espacio es una antigua fábrica de abarcas, y Pau ha dejado la huella de su historia en las paredes.

Dos obras de Pau Escat vigilan la puerta por la que se asoma la Panton Chair de Verner Panton.

El arte del mallorquín Iñaki Moreno viste una larga pared de la sede menorquina de Casa Estudio Granados.

Un viaje revelador

Las obras que Pau ha creado para Let It Bleed no podrían haber sido posibles sin un viaje que hizo a Nepal. En el poblado de Thumka vio que la naturaleza seguía su propio curso sin que nadie interviniera en ella. Esa experiencia le enseñó una valiosa lección: “La naturaleza y las personas están intrínsecamente unidas por un mismo espíritu”. Desde entonces, la obra de Pau profundiza aún más en lo abstracto, y busca constantemente “esa profunda conexión con el entorno al dejar que los materiales fluyan libremente sobre las telas de algodón y lino que encontré durante mi viaje”, expresa el artista.

Este viaje hacia la libertad se puede sentir de primera mano en la galería durante todo agosto a lo largo de cada obra, cada artista y cada pincelada que, por si fuera poco, aquí cuenta una historia distinta. Nada más llegar a la sede menorquina de Casa Estudio Granados, los espectadores sentirán, profundizarán y explorarán los límites de su imaginación de una manera única, o al menos diferente a como lo habían hecho hasta el momento. Eso es lo mágico del arte, y a la vez lo que ha conseguido magistralmente Pau Escat en Let It Bleed. Sin duda, una explosión de libertad colectiva y personal.

El uso del color es clave para entender la obra de Gabriela Meunie.

Dos pequeñas obras de la inglesa Melanie Berman en la sede menorquina de Casa Estudio Granados.

Las obras de arte destacan en un entorno donde la historia arquitectónica se ha respetado por completo. En la foto, pieza de Iñaki Moreno.

Cuatro obras del vasco Beñat Olaberria en Casa Estudio Granados en Maó.

Pau Escat, en la sede de Casa Estudio Granados en Menorca, con una obra al fondo del austriaco Hannes Schauer.

El polaco Tycjan Knut también ha dado un toque de magia a esta exposición colectiva con sus obras de arte abstracto.