“Quiero que la gente sienta mi obra, mi estética, así como todo lo que necesito a la hora de crear”, cuenta la artista a MANERA. “Si en mi casa los amigos vienen y van, me ayudan y nos ponemos al día, aquí también”. Y así es, literalmente, porque por la ciudad de Lisboa pasarán hasta el 30 de noviembre distintos seres queridos que aportarán su granito de arena a esta inmersión en el mundo de Eva Claessens. Aunque hay una persona que la acompaña durante las cinco semanas de la muestra como invitado de honor: Julian Lennon. La conversación y la química artística entre ambos se puede sentir en cada rincón de esta exposición.
Arte de otra manera
Con unas impagables vistas al río Tajo y al monumental puente 25 de Abril, el hotel Verride Palácio de Santa Catarina esconde en su planta baja la primera exposición de Eva Claessens y Julian Lennon en la ciudad, en un nuevo espacio cultural. Criatura es un concepto difícil de definir, quizás porque justamente carezca de definición. Kees Eijrond, su dueño, buscaba algo lejos de lo estático, un ámbito donde los invitados puedan aprender sobre arte, cultura, música o literatura, pero de infinitas formas. Lo cierto es que el espacio alto y abovedado, revestido de piedra del siglo XVIII, parece diseñado a medida para esta muestra.

Foto del estudio de Eva Claessens, cuya esencia ha trasladado al espacio Criatura en Lisboa.
Eva nunca tensa la tela sobre la que pinta sus obra, para que el aire y el viento la muevan libremente.

Sentir la pincelada
Hace tiempo que la casa de Eva sabe lo que es meterse en cajas de cartón y coger un avión. Pasando por Estados Unidos, Jamaica, India, Uruguay o Francia, sus bártulos aterrizan en Lisboa con una selección de obras entre las que se pueden encontrar pinturas acrílicas, acuarelas, grabados hechos a mano y esculturas. Todas capturan un instante en el tiempo, un movimiento inacabado impreso en el lienzo con la máxima simplicidad, como la del ojo cerrado: una fina línea llena de sentimiento. Ya sea con un lienzo libre y ondulante, o mediante las esculturas creadas de noche, con velas, sintiendo la forma de sus sombras, la obra de Eva es sensibilidad; trata de captar la emoción que siente en un momento en particular.

El abrazo es uno de los temas más recurrentes de la muestra. En la imagen, la obra pictórica y la escultura de la artisa conviven en el espacio.
El ojo cerrado es un elemento lleno de sentimiento en la obra de Eva.


Retrato de Eva Claessens trabajando sobre una obra en su estudio. Foto: Mirabelwhite.
Captar el movimiento
Es justamente esa capacidad de atrapar un instante con la cámara lo que hizo a Eva enamorarse de la obra de Julian. “Lo que más me gusta de él como artista es su mirada, capta lo que sucede entre dos fotos”, detalla la belga. Julian Lennon ha estado involucrado en el mundo del arte desde muy temprana edad, con un don inherente para la música. Lleva años explorando detrás del objetivo de la cámara, y cuando vio en un viñedo de la Provenza los vestidos que fotografía para esta exposición, tuvo un flechazo artístico. “Es de lo más inusual que he visto”, explica Lennon. “Esos vestidos con libros y el mundo en la cabeza me parecía una danza romántica bizarra. Me enamoré”.
El movimiento, el dinamismo, la distancia con lo estático… Es algo que llevan tatuado en el ADN tanto los artistas Eva y Julian como el espacio Criatura. No es de extrañar que Kees Eijrond y el equipo de Verride Palácio de Santa Catarina pensaran en ellos para inaugurar la galería. “Julian es mi mejor amigo, mi partner in crime, creamos juntos como respiramos”, concluye Eva mientras espera, sin prisa, a que un amigo llegue a Lisboa y comparta con los visitantes un nuevo capítulo de Eva Claessens and Friends: With Love From Nature.

Fotografías Wedding Dresses de Julian Lennon para la exposición. Foto: Julian Lennon.
Foto de Julian Lennon junto a una escultura de Eva Claessens. A la izda., se asoma el techo abovedado del siglo XVIII que conforma el interiorismo de la galería. Foto: Julian Lennon.


Foto de Charlene de Mónaco en su boda fotografiada por Julian Lennon, junto a esculturas de Eva Claessens y una flor escogida por Kees Eijrond. Foto: Julian Lennon.