Durante su primera edición, CAN ART reunió durante cinco días a 37 galerías de 13 países. En portada, una de las salas de la primera edición de esta feria ibicenca, destinada a crear un tejido de sinergias, mucho más fuerte y estable, con el resto de las islas de Baleares. Fotos: María Santos.
Una de las obras expuestas en 2022. Tras ella figura Marina Kappos, quien también estará presente en la actual edición de CAN ART. Foto: Marina Kappos / SHRINE Gallery.
Lógico es por tanto que ahora se dé una segunda edición. Y ya hay fecha. En el mismo espacio, ubicado a las afueras de Dalt Vila, se presentará este año el trabajo de más de 100 artistas de todo el mundo del 12 al 16 de julio. La feria abrirá únicamente por las tardes y tiene la peculiaridad de que solo se puede acceder a ella por invitación. La buena acogida es ya un hecho. “La mejor prueba es que en Ibiza ya se habla de que, coincidiendo con CAN ART, va a seguir una Semana del Arte”, apunta Sancho. “Hemos tenido el apoyo de las administraciones locales y también del tejido cultural local”.
Creciendo a pasos agigantados
Los contenidos no se quedarán solo en Ibiza. Habrá algunas acciones en Formentera y conexiones con Palma de Mallorca. El reto, como asegura el fundador de CAN ART, es el de consolidar su iniciativa. Y no solo ampliando el programa de coleccionistas, también su parte más alternativa con un nuevo programa OFF. “El gran objetivo es que la gente venga, participe, siga habiendo buenas ventas, se sigan haciendo buenas relaciones y que los asistentes lo disfruten”. Cosa que muy probablemente ocurrirá porque se trata del verano, el destino invita a ello, consiste en una novedad internacional y, claro, la labor de comisariado no es una cualquiera.
En la edición de 2022, CAN ART recibió a cerca de 5.000 visitantes, destacando la numerosa presencia de coleccionistas procedentes de Asia, América y Europa. Foto: María Santos.
Obra de Audun Alvestad, presente en la feria del año pasado. El pintor noruego se centra en personajes corrientes que realizan actividades cotidianas para explorar los roles de género y las estructuras sociales. Foto: Audun Alvestad / Kristin Hjellegjerde Gallery.
Lo detalla Sancho. “Hasta el momento no había habido una feria con una selección de galerías internacionales de características similares entre ellas, con esas sinergias o tan cercanas unas con otras. Esto sucede gracias a que CAN ART es una feria comisariada”. Para esta tarea, el fundador ha contado en ambas ediciones con la mirada potente y experta del croata Saša Bogojev, a quien previamente conocía y admiraba por sus colaboraciones y aportaciones en la revista estadounidense Juxtapoz. Desde 2016, Bogojev ha comisariado multitud de exposiciones en todo el mundo, por lo que conoce muy bien los procesos de selección de artistas.
El éxito de la pasada edición, con el 80% de las obras vendidas, augura un buen resultado para CAN ART 2023. Foto: María Santos.
Los perfiles que vienen en 2023
Lo curioso de Bogojev es que la de Ibiza es su primera feria. “Utilizo un proceso similar, busco obras que me emocionen”, comparte. “Puede ser por la técnica, el contexto, la narrativa o cualquier otro motivo. Al estar expuesto a mucho arte, he desarrollado una forma bastante eficaz y rápida de responder a las obras, y espero que la selección de CAN ART 2023 también resulte emocionante para los demás. Intento no prestar atención al valor del mercado, las tendencias o las novedades, y espero que esto sea algo que la gente también perciba y respete”. Ahora bien, el croata tiene sus predilecciones. A él le gusta descubrir a nuevos perfiles como, entre muchos otros, Rasmus Eckhardt, Gill Button, Jack Kabangu, Hidetaka Suzuki o Rita Sala.
“A algunos de ellos los conocía o me sonaban porque había visto su trabajo en persona, y otros son nombres completamente nuevos para mí. Me hace especial ilusión ver sus contribuciones”. También hay artistas conocidos con los que ha contado Bogojev, entre los que figura Ana Barriga, Baldur Helgason, Oli Epp, Ralf Kokke, Felix Threadwel, Nat Meade, Laurens Legiers o Julius Hoffman. “He trabajado con algunos de ellos en exposiciones, he escrito sobre su trabajo y hemos ido creciendo y dando pasos unos junto a otros”, concluye el croata, de la mano de la última reflexión que saca Sergio Sancho al respecto. “Que en Baleares se consiga llevar a cabo un proyecto de esta envergadura hará que Ibiza, poco a poco, se empiece a consolidar como el epicentro del verano en cuanto al terreno del arte se refiere”.
Before the Storm, de Alfie Caine, destacó lo suyo durante CAN ART 2022. El artista británico crea escenas arquitectónicas de carácter onírico en entornos domésticos idealizados, los cuales invitan a apreciar la belleza de los pequeños momentos de placer en nuestra vida diaria. Foto: Alfie Caine.
Effervescence, de Gill Button. En su obra, descubierta en la feria ibicenca el pasado año, la londinense captura instantes íntimos para plantear la cuestión de cómo nos conectamos con los demás y con nosotros mismos. Foto: Gill Button / Galería Soho Revue.