Una nueva Ibiza
Ubicada en un polígono a las afueras de la capital, su naturaleza urbana hace de La Carpintería un lugar único en la isla. Ese desafío a la percepción convencional de Ibiza es también lo que inquieta a Ses12naus. Con el objetivo de crear hábitos culturales más allá de la temporada estival, la fundación acoge a artistas y pensadores para llevar a cabo residencias y trabajar siempre con el contexto local. Esta vez han sido los daneses Nina Beier y Simon Dybbroe Møller, comisariados por Elise Lammer, quienes han dejado volar su imaginación en la isla blanca.
Introspección humana
Poner un pie en Protein es sentir la desolación humana en primera persona. 500 insectos solares ocupan un espacio originalmente diseñado para mantenerlos alejados de él, mientras que el ruido que crean con su movimiento inunda la sala. “La presencia de estos seres en La Carpintería, un espacio impecable y pulcro, despierta una visión intrigante de cómo la arquitectura contemporánea podría evolucionar después de una extinción masiva”, expresa Elise Lammer, comisaria de la exposición.
Por otro lado, en las paredes, destaca una serie de retratos fotográficos de agentes inmobiliarios que impresiona por su extremada impersonalidad. Cada uno de ellos es un individuo con su propia historia y características, pero la fusión del retrato clásico con el estilo de las fotografías corporativas los deshumaniza por completo. La artista Nina Beier explica que la exposición “revela cómo los agentes inmobiliarios se ven obligados a ceder ciertos aspectos de su identidad, como su nombre y su historia personal, a cambio de los rasgos superficiales asociados con la profesión”.
Como si de hormigas se tratara, cada día miles de personas colonizan las fiestas de Ibiza. Esa vía de escape del sistema ha sido algo presente en la isla desde hace décadas, y ahora forma parte del cartel de la exposición con la hormiga como protagonista. “Hemos querido abordar el fascinante tema de las islas como microcosmos de experimentación y coexistencia, como lugares de refugio que estimulan la imaginación y donde se puede explorar la relación entre identidad, comunidad y entorno”, concluyen los artistas.
Arquitectura activa
Pero la exposición no puede existir por sí sola. El lugar en que se ubica condiciona plenamente su realidad. Los insectos necesitan de la luz solar para producir ese sonido tan característico, por lo que la experiencia es completamente opuesta a primera hora de la mañana, al mediodía o al atardecer. El espacio de La Carpintería se ubica en dos antiguas talleres colindantes, y tras la rehabilitación del arquitecto Marc Tur, varias ventanas y claraboyas alimentan a estos insectos con la energía necesaria. De hecho, la fundación tuvo que modificar su horario de apertura para aprovechar mejor la luz solar.
La iniciativa de Ses12naus es una propuesta relativamente nueva que se sale de la norma en Ibiza, pero completamente contextualizada con la realidad de la misma. Antes en una finca del interior de la isla, y ahora en La Carpintería humanizando polígonos, como les gusta decir. Ángeles, su directora, cuenta que “hay algo de estar aquí que me pone los pelos de punta, es una sensación”. La actual exposición se podrá visitar en el polígono hasta el 21 de octubre. Lo cierto es que, además de una galería de arte, La Carpintería es un espacio muy accesible y genial para hablar, explicar, mediar y que la gente se sienta agusto. En palabras de Ángeles, “som hospitalaris”.