Las obras de la pareja son un tratado sobre la materialidad más pura y primigenia que existe. Algo apreciable en sus trabajos hechos con arena, tierra y arcilla. Pero, especialmente, en las maderas naturales que combinan con recursos de base reciclada, al estilo de lo que ocurre con su Pez Lufa, una obra hecha a partir de esponjas de origen vegetal. También con Ramen, confeccionada mediante redes de pesca rescatadas. O con un lienzo de seis metros de ancho por tres de alto que incluye pantallas led y está realizado con el azul marino propio de su paleta cromática.
Recién sacada del horno
La maestría de Allo! Studio a la vez se aprecia en su más reciente proyecto, una colección de esculturas bajo el título The Shells. Nació con una idea simple pero profunda. Y es que, al emplear yeso para manualmente darles forma a las primeras figuras, el dúo utilizó una tapa de madera redonda con formas suaves que le permitió crear la silueta de las futuras conchas. A medida que progresaban, suavizaron los bordes y establecieron un concepto que representaba el transcurso del tiempo y la madurez a través de la luz reflejada, adaptando la morfología del mar y sus sorprendentes significados.
Desde allí, The Shells evolucionó hacia una composición de tres piezas. La interacción de la luz y la sombra es fundamental para el efecto final y, para potenciarla, se decantaron por esculturas cinéticas. Un mecanismo oculto permite al coleccionista ajustar la orientación de las piezas a su gusto, otorgándole la capacidad de diseñar una instalación de arte única y siempre cambiante en su casa. De este modo, al transmitir tal emoción en cada pieza, la pareja de artistas establece un vínculo muy romántico entre su obra y el coleccionista.
Apuesta por la sostenibilidad
Ahora bien, esta no es la primera vez que en Allo! Studio apuestan por una filosofía así, como tampoco es nuevo en ellos que hayan invertido su tiempo en la materialidad. En The Shells, tal y como han hecho en anteriores proyectos, este aspecto es más que clave. La serie se presenta en diferentes materiales, como la madera sostenible de castaño, un acabado quemado al fuego con la técnica japonesa Shou Sugi Ban, así como en una selección de colores y acabados diferentes que ya se pueden ver en la página web del estudio. Desde donde, por último, uno descubre que este dúo trabaja de la mano de interioristas, arquitectos y decoradores, dando forma a cualquier idea. Desde murales y pinturas a gran tamaño a, claro está, esculturas alejadas de lo común.