01. La Strelitzia o Ave del Paraíso
Aunque hasta hace poco era valorada sobre todo por sus espectaculares flores, ahora lo llamativo de la Strelitzia son sus grandes hojas en forma de lanza. Es la reina de las plantas decorativas de interior y casi todos los decoradores la utilizan en alguno de sus proyectos. Su majestuosidad y su belleza imperfecta ha venido a desbancar a la popular Costilla de Adán, que era la tendencia hace pocos años. Es tanta su belleza que tiene el poder de llenar de vida, sin ayuda de ningún elemento, hasta el espacio más sobrio. Muchos la emplean para crear ese contrapunto, como es el caso de Héctor Ruiz Velázquez, en su último proyecto de reforma en una vivienda en Madrid.
Desde hace poco el barrio Salamanca en Madrid cuenta con este piso reformado por Héctor Ruiz Velázquez, quien incluyó la Strelitzia en uno de sus interiores revestidos en madera noble. Foto: Héctor Ruiz Velázquez.
Para lograr que alcance gran tamaño sin perder ápice de su belleza (la Strelitzia puede llegar a los dos metros de altura), es necesario prestarle un poco de atención. Necesita mucha luz y riego regular y moderado. Y si las hojas se secan, es porque también necesita humedad ambiente. Eso sí, si lo que se busca son las flores, será un poco difícil lograrlo en interiores, ya que la Ave del Paraíso precisa de mucho sol y libertad.
02. La Monstera o Costilla de Adán
Lleva siendo tendencia algunos años y la vemos por todas partes. Es todo un hit en redes sociales y no hay decorador que no haya usado la Monstera en alguno de sus proyectos. No es algo nuevo, de hecho, esta planta podría ser considerada a estas alturas un icono de la decoración botánica, pues lleva siendo protagonista desde hace décadas. Y no sólo como planta, también está presente en multitud de estampados de textiles o papeles pintados. La razón es sencilla, las formas sinuosas de sus grandes hojas conectan directamente con la selva más exótica. Es perfecta para interiores que cuenten con abundante luz (nunca indirecta, que no le gusta) y solo hay que regarla cuando nos lo diga. Es decir, cuando el sustrato esté completamente seco.
La palabra Monstera procede del vocablo ‘monstruoso’ y se refiere a su enorme capacidad para crecer. Puede medir hasta 20 metros en exteriores y 3 metros en interior.
A cinco minutos de Tulum, en México, figura este proyecto del despacho Co-lab Design Office. Foto: Co-lab Design Office.
03. La Zamioculca o Joya de Zanzíbar
Esta suculenta procedente de África Oriental es tan jugosa como compacta, perfecta para añadir una estética potente, gracias al color verde oscuro y el brillo de sus hojas, sin llamar demasiado la atención. Muchos diseñadores tienen la llamada Zamioculca entre sus tesoros déco. Como es el caso del interiorista Carlos Tomás, de Estudio Reciente, que la lleva consigo a numerosos proyectos casi como si se tratara de un amuleto.
La Joya de Zanzíbar puede alcanzar un gran tamaño, dependiendo del tiesto en el que se plante, aunque en los proyectos de interiorismo parece que triunfa en una dimensión no muy grande, de unos 30 o 40 centímetros de altura. Además de ser extremadamente resistente (ideal para principiantes), pues acumula el agua en sus hojas y puede sobrevivir periodos de sequía, es una de esas plantas perennes que permanecerá igual de bella durante todo el año. Necesita poco riego y luz indirecta. Como curiosidad, se la conoce por atraer el dinero a los hogares. Puede ser una buena inversión.
El fundador de Estudio Reciente seleccionó la Zamioculca para esta reforma que firmó en Madrid. Foto: Asier Rua.
04. El Ficus Benjamina
A la par que su hermano, el ficus Iyrata, el ficus Benjamina tiene muchos adeptos entre los que figura la decoradora con sede en Buenos Aires Carina Michelli, quien lo ha incorporado en su propia casa. Aunque esta especie se puede convertir en un seto perfecto, lo que proponen los diseñadores es dejarla respirar en su forma más desaliñada. Y, al ser una planta tipo árbol, se puede lograr diferentes configuraciones y tamaños. Ella tenderá a expandirse, con ramas que evolucionan con sus delicadas y pequeñas hojas ovaladas de color verde brillante.
¿Otro dato a tener en cuenta? La familia de los ficus, en general, cuenta con plantas muy fáciles de cuidar. En el caso del Benjamina, basta con regarlo un par de veces a la semana en verano y algo menos en invierno. Es importante pulverizarla, ya que necesita cierta humedad ambiental. Así se conseguirá que el mini árbol que mejor se integra en casa encaje como un guante, sea cual sea el piso o apartamento en el que se viva.
Uno de los rincones de la casa de Carina Michelli, de la mano del ficus Iyrata retratado junto a un aparador de la tienda argentina Cari Rios. Foto: Carina Michelli.
05. La Palmera Areca
No hay otra palmera con más éxito en interiores. Y es lógico y normal, porque además de añadir un acento tropical, resulta una planta tan liviana que, por su discreción, se gana los corazones de los interioristas. Su tamaño medio le permite alcanzar los dos metros de altura, pero aún en estados más pequeños no pierde belleza. Uno de los que más la usan es el catalán Isern Serra, que parece tener especial debilidad por la también llamada palmera Bambú. Para cuidarla lo mejor es encontrar algún lugar en semi sombra dentro de casa, porque se encuentra muy cómoda con temperaturas suaves de entre 18 y 25 grados. Para que no dejen de crecerle ramas y nuevas hojas, hay que regarla muy a menudo en los meses más cálidos y nebulizar las hojas.
En Barcelona, la casa que Isern Serra comparte con Valeria Vasi dispone de la famosa palmera Bambú (igual que se ve en la imagen de portada). Fotos: Salva López.
06. Las palmeras tradicionales
Suponen un clásico que siempre triunfa. De hecho, las palmeras en todas sus formas son una tendencia en decoración botánica que nunca pasan de moda. Como la icónica lámpara Cesta de Santa & Cole, pero en versión naturaleza. Hay interioristas que las utilizan, además, casi como una declaración de intenciones. Sin ir más lejos, Jaime Beriestain en su despacho de Barcelona: raro es el proyecto en el que no incluya algún majestuoso ejemplar de estas plantas.
La Palmera de Sagú, de nombre científico Cycas Revoluta, puede crecer en maceta. También alcanza su máxima expresión cuando se planta en jardín, siempre y cuando no se viva en un clima demasiado frío. Al fin y al cabo, su alma es tropical.
La popularidad de las palmeras va en aumento y se pueden encontrar en una gran variedad de versiones. En la foto, Francesca Heathcote Sapey ha añadido en el recibidor de su casa en sorprendentes tonos fucsias una palmera Drácena Marginata. Foto: Asier Rua.
Entre las palmeras más comunes tiene especial relevancia la de Sagú. Aunque es la más paradójica porque, en realidad, no es una palmera. La Cycas Revoluta se considera como una especie rara y primitiva, originaria de Japón, pero ha ido ganando adeptos en todo el mundo. Su tronco robusto y su tamaño no muy grande se complementa con sus hojas verde oscuro. A la vez, frecuente es que entre las casas de interioristas se encuentre la Drácena Marginata, mucho más estilizada. Francesca Heathcote Sapey, en su propio recibidor, tiene una de ellas para añadir un toque tropical al potente color fucsia de las paredes.
07. El Cuerno de Alce
Hay plantas que por sus formas extrañas resultan auténticas joyas en la decoración. Y hay interioristas tan personales que buscan siempre dar ese punto diferenciador. Así ocurre en el estudio Masquespacio, en uno de cuyos proyectos hemos descubierto otra de las plantas que marcan tendencia: la Platycerium bifurcatum o, más fácilmente denominada, Cuerno de Alce. ¿Sus peculiaridades? Cuenta con unas hojas muy vistosas que se van arqueando, envolviendo y generando una especie de pelo blanco. Importante no confundirlo con polvo y dejarlo en la planta, pues es fundamental para su desarrollo. Al ser tropical, necesita mucha humedad ambiental y temperaturas estables y suaves. Eso sí, la virtud es que no requiere demasiada luz.
Perspectiva del recibidor que daba la bienvenida al antiguo estudio valenciano del despacho Masquespacio. Foto: Masquespacio.