El concepto sigue al producto
Lo que hace único al arte de JA! Studio es esa búsqueda del concepto abstracto que hay detrás de la prenda que se quiere exponer. Descubriendo esa idea, Ion Ander crea una composición transmitiendo lo máximo posible con la mínima expresión. Él mismo explica que “el concepto siempre hace referencia al producto, por lo que muchas veces no es necesario que el producto esté físicamente en el escaparate. Muchos de los escaparates, sobre todo los de mi primera etapa, son ejercicios de composición a tiempo real y trabajando de noche sin límite horario, ejercicios de improvisación”.
Simbiosis creativa
La colaboración con Loreak Mendian, por ejemplo, se viene dando desde hace tiempo y ha sido una constante durante los últimos 20 años. Es un buen ejemplo de cómo una línea de comunicación coherente y cuidada a lo largo del tiempo puede aportar valor de marca a una empresa como Loreak. Ayuda a que la gente empiece a reconocer una marca por sí misma, no por el producto que vende sino por sus símbolos, su estética. Algunas de estas piezas son Toast o Karramarro, donde Ion Ander juega con el equilibrio y la descompensación de los objetos en la obra, dirigiendo al ojo humano hacia donde él quiere que mire.
Este estilo tan personal se ha ido perfeccionando a lo largo de los años, pero preguntado por sus referentes, Ion Ander explica que “por su planteamiento y perspectiva intelectual, la perfumería de Helmut Lang Nueva York fue una referencia absoluta en cuanto a identidad de marca. Todo esto, junto al trabajo de artistas conceptuales como Michael Asher, ha tenido una gran influencia en mi forma de conceptualizar y entender los espacios”. Asimismo, es habitual ver elementos de la cultura vasca en el trabajo de JA! ya que, al fin y al cabo, son parte de su propia identidad.
Una ilusión personal
El último proyecto de JA! Studio se llama Tándem, una obra personal que llevaba en una carpeta de ideas nada más y nada menos que 15 años. “Tomé varias fotos a un rack de serigrafía que descubrí en un taller de un proveedor, hice un par de ejercicios de composición y los guardé en el portátil. El taller cerró, pero el año pasado localicé ese rack junto a otro del mismo modelo y decidí retomar el proyecto. Trabajar con el mismo elemento que me topé hace 15 años es la clave del proyecto. Un objeto manufacturado artesanalmente que destaca por su diseño y carácter brutalista y que, de alguna forma, está vinculado a mí”, aclara Ion Ander.
A día de hoy, Beloki se encuentra en la fase de producción de la segunda serie de fotografías de Tándem, su obra favorita. Él es pleno defensor de que su obra preferida debe ser la última porque “no sería posible sin los antecedentes”, asegura. Aunque confiesa que si tiene que echar la vista atrás, recuerda con especial cariño la instalación It’s Great To Be Alive para Loreak Mendian, en 2003. Un claro exponente de la atemporalidad de JA! Studio y su capacidad para hacer detenerse en frente de un cristal y olvidarse del resto durante unos segundos.