
Selección de las piezas de Marta Ayala Herrera.
Banco-daybed de Tornasol Studio.

Pero el jurado que llegó de España a Maison&Objet no acaba aquí. Continúa con Xavier Franquesa que es, desde su galería de Barcelona Il·Iacions, uno de los descubridores de talentos más importantes de España, rompiendo moldes y buscando más allá de la innovación. O Belén Moneo, fundadora junto a Jeff Brock del estudio Moneo-Brock de arquitectura, planes urbanísticos, interiorismo y producto. Y finalmente, Aude Tahon. Directamente desde París, la francesa representa la artesanía y la visión que de ella se tiene en la actualidad, entendida como uno de los valores intrínsecos al diseño de hoy.
Diseñadores conscientes (y muy comprometidos)
“En un mundo globalmente conectado donde las líneas entre los ámbitos digital y físico son cada vez más borrosas, el diseño puede ayudarnos a comprender las transformaciones y transiciones del siglo XXI. El diseño moderno juega un papel importante en la mejora de la vida de las personas y en el fomento de un enfoque más consciente y comprometido con el cambio ambiental y la sostenibilidad global”. Es lo que reconoce la organización de Maison&Objet. Y así lo demuestran todos y cada uno de los talentos que han sido cuidadosamente seleccionados para representar el dinamismo del diseño español.
Algo que se aprecia con el enfoque creativo de la cordobesa Marta Ayala Herrera. Su trabajo se basa en experimentar con procesos y en jugar con gran variedad de materiales, especialmente aquellos que cuestan muy poco. Por su parte, la visión que nos llega desde Barcelona, de la mano de Max Milà Serra, gira en torno a la luz que proyecta sobre multitud de materiales y superficies para captar sus infinitas modulaciones y matices.

En Maison&Objet, la instalación de Max Milà Serra ha adquirido un carácter futurista e industrial.
Chaise longue a cargo de Miguel Leiro.

Más experimentación al alza
El gallego Miguel Leiro, procedente de Santiago de Compostela, es el autor de diseños que se mueven con soltura entre la esfera industrial y la artesanal. Las suyas son piezas que combinan la funcionalidad con una postura creativa innovadora. Algo parecido a lo que sucede con los madrileños Inés Llasera y Guillermo Trapiello, de Tornasol Studio. En ambos se aprecia una obra que se encuentra a caballo entre la arquitectura, las artes visuales y el diseño de objetos. Y con una variedad de enfoques diferentes para estudiar los espacios y los elementos que los componen. Centrándose especialmente en la luz, el movimiento, los colores, la escala y la materialidad.
Una artesanía radical que casi podría considerarse poética es lo que reflejan los diseños altamente conceptuales de Marta Armengol, de Mallorca. En cambio, la esencia de la madera es el leit motiv del madrileño Álvaro Aramburu. A día de hoy vive en el bosque de Dalsland en Suecia y trabaja predominantemente con este material, que no solo se adapta a su atención al detalle sino que también alimenta su deseo de perfeccionar su creatividad.
La misma que, por cierto, desprenden los textiles de Josep Safont, un artesano talentoso de Barcelona con un verdadero don para experimentar con las fibras. Sus piezas sumamente etéreas mezclan alfombras de color con motivos geométricos. En definitiva, en los Rising Talent Awards de Maison&Objet se ha palpado este año compromiso y un fuerte análisis de lo matérico. Dejando así claro que el diseño patrio está, y seguirá estando, en muy buenas manos.

Piezas del madrileño Álvaro Aramburu.
Una muestra de los textiles que Josep Safont ha llevado a la edición 2023 de Maison&Objet.
