
Al fondo del salón figura el comedor con mesa de Jader Almeida, sillas MTF600 de Geraldo de Barros, en Dpot, y lámpara de cristal de Dominici, en Passado Composto.
La cocina se separa de la sala y del comedor por medio de un cerramiento de nogal plegable que replica el panelado de las paredes tan utilizado por los arquitectos durante el midcentury.

Influencias nacionales aquí y allá
Las materialidades, así, están alineadas en este apartamento en São Paulo con los principios de la arquitectura. El modernismo, el minimalismo y la poesía. La sala de estar es el corazón del diseño. El resto de las áreas sociales se reparte a su alrededor. La sala-comedor y la cocina con office están integrados. Los dos últimos pueden ocultarse por medio de un cerramiento de carpintería retráctil cuando es necesario.
Además, si se deja abierto el espacio, se observan en el antecomedor la mesa redonda de madera de Sérgio Rodrigues y las sillas originales de cuero rojo de Jorge Zalszupin. De fondo, un espacio pequeño para acomodar libros, convirtiéndose al tiempo en una sala de lectura informal. La pieza de iluminación del techo fue adquirida por el cliente en alguno de sus viajes por los países nórdicos, según Camila y Bruno. “Trae recuerdos a un espacio que está en constante uso en el día a día de los dueños”.

El office se acompaña de la mesa Alex años 50 de Sérgio Rodrigues, sillas de Jorge Zalszupin y lámpara vintage nórdica.
Interior de la cocina, panelada de roble y con encimeras de Granilite.

Por su parte, en el área privada se ubican la habitación principal, con su sala de baño y closet. En paralelo figura una recámara de visitas con su baño. Las columnas monolíticas de hormigón centrales y los paneles de nogal crean un telón de fondo para una extensa colección de arte y de diseño brasileño de mediados del XX. Las piezas están fechadas en las décadas de los 50, 60 y 70.
O sea, que provienen de los memorables años dorados del diseño brasileño. Y de figuras como los ya mencionados Jorge Zalszupin y Sérgio Rodrigues, además de Joaquim Tenreiro y Geraldo de Barros, entre otros. Así que se eligió un elenco estelar de clásicos, que incluye las sillas Ouro Preto. También la mesa de centro Pétala, de Zalszupin, el sillón Jangada de Jean Gillion, las sillas de comedor MTF600 de Barros y el sillón Mole, de Rodrigues.

Dormitorio principal de este piso datado de los años 70.
Las recámaras están revestidas de nogal con las mesillas integradas en el panelado.


Los baños, como la cocina, aparecen recubiertos en su totalidad por granito con griferías de Deca.
Un pasado muy bien reformulado
Las piezas mencionadas aquí se contraponen con muebles contemporáneos. Un buen ejemplo es la mesa de acero al carbono y el sofá Verde Corvo, de Jader Almeida. Los icónicos muebles proceden en su mayoría de tiendas de antigüedades locales (Arnaldo Danemberg, Passado Composto, Arquivo Contemporâneo, Etel, Artemobília…), incluida una lámpara de techo de vidrio vintage de la marca brasileña Studio Dominici.
El arte, poco pero escogido, termina de darle carácter a este apartamento. Es lo que ocurre con la fotografía de São Paulo de Claudio Edinger en el salón. O con una escultura en metal de Claudio Álvarez, piezas de bronce de Florian Raiss (todas de la Galería Lume) y una foto antigua de la colección del propietario. “Sin duda, el gran desafío y nuestra mayor satisfacción han sido cumplir el deseo de crear un espacio poético por parte del cliente. Y hacerlo respetando la estructura existente”, señalan Camila y Bruno.
“Nuestro modelo de trabajo surge de la búsqueda constante de nuestras influencias modernistas brasileñas, sus principios estéticos y de funcionalidad, trayendo la contemporaneidad en la mezcla de muebles y piezas de arte de diferentes épocas. Siempre en busca de un proyecto sin excesos, tranquilo y relajante, pero aun así acogedor y evocador”. Este escultural apartamento en São Paulo ha sido concebido magistralmente con una narrativa inspirada en la poesía contemporánea y en el estilo minimalista brasileño que guía, a la vista está, una nueva forma de habitar los espacios.

Camila Alvear y Bruno Carvalho, fundadores de BC Arquitetos.
Detalle de una de las tantas estanterías que se observan a lo largo de este apartamento en São Paulo.
