Vista exterior de la casa y la piscina. En portada, el salón y la cocina, un mismo espacio donde predominan el blanco ibicenco y la madera natural. Todos los muebles son de Patricia Galdón y los textiles, de Gancedo.
“La encontré un día de invierno, totalmente por casualidad, haciendo senderismo por los alrededores. Se encontraba en un estado ruinoso, pero enseguida vi que tenía muchísimas posibilidades. Hubo que devolverle el estilo payés original que había perdido con el paso del tiempo. Tenía elementos añadidos por el anterior propietario que nada tenían que ver con la arquitectura tradicional. Además, estaba pintada de rojo, muy lejos del típico color blanco propio de la isla”, explica el autor. El propósito, según Cuarto Interior, era crear una casa de campo ibicenca reinterpretada con las comodidades actuales. Pero respetando por un lado el entorno y el paisaje, y por otro potenciando la zona exterior incorporando asientos con vistas sobre el valle.
A la antigua usanza
El edificio principal cuenta con un salón y una cocina payesa en un mismo espacio y tres dormitorios con pequeñas ventanas tradicionales, que evitan el calor en verano: los muros son de más de medio metro de grosor para aislar. La casa tiene dos apartamentos adyacentes de invitados con baños completos. Por último, está el antiguo almacén, hecho con piedra tradicional extraída del mismo terreno. En su jardín, una piscina rodeada de plantas autóctonas como lavanda, tomillo o agaves. Se trata de una vivienda 100% sostenible que dispone de autoconsumo 100% solar.
Adentro de la parcela, en todo momento predominan el blanco de los volúmenes, el color tierra de la piedra y el marrón de la madera de sabina. En Cuarto Interior han jugado con pocos elementos, pero muy seleccionados, y todo vestido con una paleta cromática muy reducida. La cocina bicolor, en madera y blanco, dispone de una cómoda isla. Se ha equipado de la manera más tradicional: muebles de obra con puertas de madera y baldosas de cerámica en un blanco brillante. Para enfatizar su aspecto rústico, la campana se ha coronado con un tronco de sabina y las lámparas de techo son de fibras naturales.
En uno de los dormitorios, madera, hierro, cerámica, fibras naturales y ropa de cama en tonos neutros. Ventilador de Faro Barcelona.
La decoración escogida por Cuarto Interior es minimalista y serena, entre mediterránea, rústica y wabi sabi.
Mucho vintage y ad hoc
“El mobiliario es en su mayoría de madera. Mi querida amiga y gran decoradora Patricia Galdón fue la que me ayudó con piezas diseñadas y fabricadas por ella. Los textiles son algodones en tonos naturales combinados con telas del sur de Marruecos y los cuadros aparecieron en un rincón olvidado de la casa. Son óleos de un artista local de los años 60”, prosigue Fernández. Hay mesitas realizadas con troncos y hierro, sofás hechos con maderas recuperadas, fibras trenzadas, banquetas, ventiladores en los techos, camas con dosel…
Mención especial merecen los jarrones de cerámica y las tinajas de barro que decoran interior y exterior. No en vano San Rafael es el único pueblo de Ibiza declarado Zona de Interés Artesanal gracias a sus alfareros, que han creado escuela con piezas de inspiración púnica y que han logrado que su fama trascienda a nivel nacional e internacional. José Manuel afirma que de lo que más orgulloso está es del pórtico de la entrada. “Creo que ensalza la fachada y también le da un toque moderno, pero respetando al máximo la construcción original. Además, su buganvilla es mi pieza preferida. Ya existía cuando encontramos la casa y se ha convertido en parte de la arquitectura”.
Paraíso en la Tierra
La de Cuarto Interior es sin duda una casa perfecta para la vida hedonista, para disfrutar de las cosas sencillas de la vida, donde las horas pasan despacio con el sonido de las cigarras de fondo. Su decoración es minimalista y relajada, entre mediterránea, rústica y wabi sabi. Con estancias frescas, donde corre el aire, y a la vez cálidas visualmente. “Es un proyecto muy personal. Mi mayor satisfacción es ver crecer y disfrutar a mis hijos en ella. Todos los veranos celebramos aquí el cumpleaños de mis mellizos”, cuenta mientras ultima dos hoteles en la isla. Aparte del diseño de todas las habitaciones y el rooftop del Hard Rock Hotel Marbella.