¿Y qué ocurre si una vivienda no presenta porche propio? En ese caso, la recomendación pasa por instalar en cualquier punto de la parcela (o incluso en la misa terraza) un cenador, que puede diseñarse mediante una pérgola móvil. Con sus estructuras de madera, metal o cemento, fácil será configurar un ambiente al aire libre que hasta puede venir con suelos y paredes dignas de admirar. Y es en este punto cuando aparece el savoir faire de Porcelanosa. O mejor dicho, los pavimentos y revestimientos que el grupo idea a la perfección, capaces de soportar desde un sol abrasador y las clásicas tormentas de verano al desgaste derivado del uso diario.
Diseños pensados para encajar
Otra de las dudas que emergen con respecto a los comedores exteriores reside en la estética. Aunque la respuesta es contundente: sí, existen cerámicos y porcelánicos que, además de ser ultra resistentes con un ligero y finísimo grosor, se adaptan al estilo de toda vivienda gracias a sus superficies neutras. Es decir, que si una casa está configurada mediante suelos de madera en parqué, un modelo cerámico como Par-Ker Vancouver Sand no desentonará en el comedor exterior, puesto que sus tonos arena claros recrean la madera natural de forma fidedigna. Igual que Trento Grey de la línea Solidker, cuya superficie de efecto piedra, en tonos grises, se adaptará a la perfección en un interiorismo más sobrio, clásico o atemporal.
El valor añadido de la marca española es que, si para los revestimientos de interior siempre ha permitido hacer múltiples combinaciones, en los suelos y paredes de un comedor exterior también lo hace posible. Hasta el punto de que Porcelanosa plantea la opción de crear superficies de palillería, y en un efecto madera como es el caso del modelo cerámico Line 3D Arce. O introducir en los revestimientos unas piezas decorativas que recrean la piedra al estilo del Stone 3D Arce. De hecho, existen hasta colecciones de gres porcelánico de 20 milímetros de grosor, entre las que figura Thic’ker Riven en efecto madera o Thic’ker Bottega simulando una piedra caliza, perfectas para crear suelos elevados.
Un último apunte
El asunto de los suelos elevados no es baladí: puede ayudar a darle un gran toque al paisajismo de una vivienda. ¿La razón? Permiten trazar sobre hierba, grava y arena un camino que conduzca, por ejemplo, de la entrada de la vivienda a la piscina. O a ese comedor exterior que, si se planifica bien, se constituirá como una estancia más de la casa. Y como un espacio capaz de utilizarse los 365 días del año. Más todavía si se acompaña, claro está, de un mobiliario que resista a la intemperie tan bien como los diseños de Porcelanosa Grupo. Junto a una iluminación lo suficientemente amable como para acoger a uno mismo en cualquier cita que se precie.