
Biblioteca con sofá Nest de Form Us With Love para +Halle, mesita Palette JH7 de Jaime Hayón para &tradition y alfombras Little Stones de Diego Fortunato para Nanimarquina.
El comedor viene con mesa Smalto de Barber Osgerby para Knoll y sillas Season de Piero Lissoni para Viccarbe. Todo el menaje de la mesa es de la tienda Hecho.


El pasamanos de la escalera que conecta el dúplex de Studio Noju es el original de latón.

“Hemos llevado la onda a la cocina con muebles a medida que van rodeando la columna en vez de optar por un sistema estándar. Era lo fácil, pero una oportunidad perdida”, explican Eduardo y Antonio, que han utilizado Krion de Porcelanosa Grupo para darle forma. Detrás, una pequeña zona office.
Así es la nueva escalera volada que conecta las dos plantas del dúplex en Torres Blancas.

En su justo equilibrio
Apelando a esto último, la distribución se ha dejado casi fiel al plano primigenio. Abajo, salones, comedor, cocina y un aseo. Arriba, los dormitorios, que de seis han pasado a cuatro, con sus respectivos baños en suite. “Se corresponde casi al 100% con el programa original porque realmente estaba muy bien planteada. La gente se queja mucho de que es difícil habitar Torres Blancas por cosas como tener que poner una cama contra una pared curva. No es cierto, aquí hay un muro recto donde se necesita. Hay una armonía muy bien conseguida. Hemos estado tentados de hacer algo más transgresor para marcar nuestra personalidad, pero creímos que lo mejor era mantenerla. Aunque hemos ido deformando y sacando jugo a esas geometrías y enfatizando los gestos que ya existían. Por ejemplo, hemos llevado la onda a la cocina con muebles a medida”, detallan.
Otra prioridad, según ellos, fue recuperar las terrazas. “Muchos propietarios cerraron los espacios exteriores para ganar metros. En su día la propiedad se promocionaba como un chalet en el cielo y eso es lo que hemos querido retomar”. Además de abrirlas, han construido bancos y jardineras de baldosas verdes que nunca estuvieron adentro de Torres Blancas pero lo parece, porque se mimetizan con la morfología del edificio. La cerámica también es omnipresente en los baños. “Apostamos por mosaico porque originalmente hubo gresite en ellos y porque era el único que se podía alicatar en curva. Todos los elementos están hechos a medida, en obra, dibujando las formas en el suelo con un lápiz”.

La terraza del dormitorio se ha acristalado para instalar una bañera de obra. Mecedora J16 de Hans J. Wegner editada por Fredericia y lámpara TMM de Miguel Milá para Santa & Cole, ambas en Qbika. Taburete Berger de Charlotte Perriand editado por Cassina y cortinas de Vescom.
En el dormitorio principal, cama Creed de Minotti con sábanas de Matarranz, manta de Hay y el perro akita Haku. Mesita Monkey de Jaime Hayón para BD Barcelona con jarrón, en Hecho. Y delante, butaca Oslo de Anderssen & Voll para Muuto, puf Low de Noo.ma y alfombra Peebles de Nanimarquina.


Uno de los baños monocolores con grifería ALP22 y lavabo LR1M de Icónico. Aplique Pin de Vibia.
El apunte personal
Como gestos propios aparecen los cambios de material en el suelo, los panelados de madera, las carpinterías. “Buscan acabar con la noción de que la planta libre es un espacio neutro y deformar los límites entre las estancias”. El alicatado de las terrazas se mete sinuoso en el salón como agua desbordada. Y el suelo de la cocina trepa por la escalera. “Así se establece una relación fluida entre los programas. En cambio, los paneles ayudan a delimitar visualmente, la chimenea, el salón, la cama…”.
Los muebles son contemporáneos. “Nos hemos decantado por piezas sueltas y redondas, como cantos rodados, que destaquen. Siempre nos ha atraído esa estética blanda, acogedora, que justo ahora está muy de moda, algo que casi nos da rabia. Nada es vintage ni retro”. Por fuera cemento de un brutalismo adusto. Por dentro, luz ambarina y curvas amables. A la vista queda con este dúplex de Torres Blancas: es posible mejorar una utopía.

Uno de los dormitorios del dúplex.
En su línea de acentuar gestos existentes, Noju Studio diseñó un óculo encima del fregadero para que entrase en la cocina la luz ámbar a través de las cristaleras del aseo.


Distribuidor entre la cocina y el aseo teñido de luz ámbar.
Vestíbulo de Torres Blancas con sus mórbidas estalactitas.
