
Partiendo de la tradición heredada de conventos y residencias de estudiantes, los nueve dormitorios de este hotel de 2022 se transforman en espacios de pura contemplación, en los que predominan los tonos neutros y cálidos, a la vez que una gran iluminación natural.

Una fonda en busca del contraste
En los salones de la planta baja del hotel Casa & Fonda aumenta la saturación de color y la variedad de materiales. En oposición a las habitaciones de tonos neutros e iluminación natural, están pensados para poner en alerta los sentidos. Paredes y techos se llenan de color en una sensación envolvente en contraste con el resto de paramentos verticales del hotel. Carlos Tomás ha logrado una experiencia completa donde el tacto y de la vista se cuidan al mismo nivel que el gusto.
“Buscábamos un estilo propio, diferente a las tendencias actuales en restauración. Una de nuestras señas de identidad es el color y, al tener un presupuesto reducido, nos permitía aportar gran valor al diseño con un coste menor”, añade el fundador de Estudio Reciente. Y añade que, en este sentido, es probable que se hayan alejado cromáticamente de la austeridad castellana de Alcalá. “Esto pasa sobre todo en el restaurante, pero no en la planta alta y las habitaciones donde el uso del color es más comedido, y donde la utilización del barro en suelos y paredes sí nos acerca, yo creo, a la historia de la ciudad”.
Carlos Tomás quiso apostar por el ladrillo para buscar y subrayar nuevas formas y texturas que miraran hacia el presente.



Las paredes de los salones se saturan de color en yuxtaposición con el resto de paramentos verticales del hotel. Algo parecido a lo que ocurre en los techos.
El presente de la artesanía
Volver a los orígenes implicaba involucrar a manos artesanas. Y así surgieron los nombres de Inma Peroli (murciana de origen) y Marta Lapeña (Soria). Las luminarias han salido de las manos de la primera. El magnífico mural de la entrada, de la segunda. Defensora de la cerámica y comprometida con la creación artesanal, Peroli confecciona diseños de alto valor tradicional aunados con líneas contemporáneas.
Tras graduarse en arquitectura de interiores, Marta Lapeña se entregó por vocación a la pintura y a la investigación de diferentes técnicas. Su obra se sitúa entre lo plástico y el muralismo, tanto en proyectos específicos como experimentales. Su trabajo está influenciado por experiencias de la vida cotidiana, personas que ha conocido, el entorno que le rodea y los temas sociales que le preocupan.
Las lámparas (en el pasillo) son uno de los puntos fuertes del proyecto y llegan de la mano de la artista murciana Inma Peroli, fiel defensora de la cerámica. En la imagen, y a modo de aplique de luz, el modelo Ona. En los baños de cada habitación, la línea cromática y de materiales continúa presente con el barro como elemento protagonista.


Verdes y ocres, lámparas que sugieren, plantas que se esconden o cuadros que simulan bodegones en una esquina cualquiera. Las texturas y acabados confieren al hotel Casa & Fonda una rica mescolanza de estilos, que hace que cualquiera se sienta en un país de Latinoamérica sin haber dejado España. Y, sin embargo, todas las épocas conviven en un equilibrio perfecto donde la Historia con mayúsculas comparte todo tipo de narrativas y estilos. Una simbiosis de lo más fecunda.
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