El arco principal de esta casa divide la zona de día de la de noche. Al fondo, el sofá que el interiorista ha diseñado ad hoc con una base de madera de chopo. En portada, una vista del salón-comedor en la vivienda a cargo de Isern Serra.
Gestos mínimos
Alrededor de tres meses ha durado este proyecto con un resultado final que parece haberle gustado lo suyo al nuevo propietario, porque tras ver la obra acabada le ha pedido al interiorista que le resuelva sus nuevas oficinas también en la Ciudad Condal. El autor lo cuenta. “Lo que hicimos en la vivienda fue crear un arco circular que dividiese el espacio en dos”. Así Isern Serra ha logrado que la zona de día se disponga en la parte más externa de la casa, relegando la de noche al interior. ¿Y la cocina? “Ahí la parte más compleja del proyecto”, señala. “La duda estaba en dónde la colocábamos, si al final de la casa o en la zona de acceso”.
Se optó por lo segundo, de modo que nada más entrar al apartamento uno se encuentra con el área de los servicios compuesta por el baño, esa cocina y una serie de armarios dedicados al almacenaje, elementos que pese a ser los iniciales de la distribución no tienen por qué estar siempre a la vista. Una enorme cortina de color rosa permite esconderlos, a la vez que ésta es capaz de extenderse y brindarle una mayor privacidad al dormitorio único, para el que Isern Serra ingenió estanterías a medida.
A modo de galería
Hoy, tales estantes acogen obras a pequeña escala del ilustrador portugués Bráulio Amado, cerámicas de Pablo Alfieri, Ruda Echeverría, Mark Malarko, Patricia Peix y de la colaboración del 2020 de la firma Hay con el estudio de Copenhague Wang & Söderström. Tampoco faltan expuestos dos óleos que pintó el abuelo de Pol Solà imitando obras icónicas de René Magritte, las cuales conviven con suelos de microcemento. Y entran en conversación con un sofá de madera de chopo ad hoc, además de una mesita de salón de Cristian Herrera Dalmau. Un escritorio a medida con base cónica. O una mesa de comedor, la Bol, hecha expresamente por el interiorista con referencias al Metaverso.
¿Se agradece de vez en cuando firmar proyectos en Barcelona que no tengan que ver con el Modernismo? Isern Serra ríe. “Totalmente. Y más cuando te enfrentas a una caja blanca que, aunque no disponga de elementos arquitectónicos potentes, es un espacio libre y abierto que te permite pensar y poner en duda cómo usarlo”, concluye él, sentenciando que esa era la gran reflexión detrás del loft. “El desafío aquí era de qué forma, en un espacio único y sin paredes, colocábamos los elementos esenciales de una vivienda”. Es decir, una cama, un sofá, un comedor, la cocina y el baño, que es el único detalle de esta casa que aparece 100% oculto y cerrado.
La oficina de esta vivienda obra de Isern Serra se construye mediante una mesa cónica, a medida, además de obras en la pared a cargo del propietario, incluyendo una que pertenece a su colaboración con Six N. Five.