Lo ideal según el despacho era empezar de cero. Y así lo hicieron. “Necesitábamos crear espacios cómodos, prácticos, amplios y luminosos, junto con el cambio estético alegre y acogedor que la pareja esperaba”, avanzan. “En definitiva, teníamos que crear un nuevo modelo de hogar”. Cosa que los interioristas lograron a base de explotar al máximo ciertos materiales y recursos arquitectónicos, teniendo en cuenta que las dimensiones de la vivienda eran muy limitadas, y que la geometría triangular de su planta tampoco ayudaba.
En busca de la fluidez
Algunas labores iniciales sí estaban claras a priori. Desde Estudio Caliza sabían que, al unificar cocina y salón desdibujando al mismo tiempo el oscuro hall de entrada, el efecto que se conseguiría sería mucho más jugoso. Pero aun así el espacio seguía sin fluir. La clave la encontraron cuando incluyeron en el proyecto la curva. “Diseñamos una isla central en dos alturas, para integrar la zona de comedor, y lo siguiente fue dotarla de una forma redondeada de modo que articulara el espacio triangular de la zona de estar-cocina”, desgranan.
Para Laura y Raúl, la pareja propietaria, los libros debían tener un sitio privilegiado. Por esta razón los estantes para alojarlos atraviesan el paño de mayor longitud de la vivienda, de una manera limpia, sin mostrar apoyos de principio a fin.
Con esta decisión, dicen, lograron dar forma al área principal de la vivienda, ganando además el espacio necesario para ubicar un buen escritorio. “¡Y con dos puestos de trabajo!”, añaden desde el despacho. “A partir de ahí todo empezaba a funcionar”. Sobre todo, porque desde entonces la casa podía erigirse como espacio flexible, y cumplir con todas las necesidades y requisitos de los clientes. Era amplio, cómodo, con bastante almacenamiento y muchísima luz.
Detalles clave
En esa búsqueda por tratar de que los ambientes fueran únicos, en Estudio Caliza querían que cada espacio se mostrase pero no del todo. O sea, que sugiriese lo suyo, fomentando la experiencia de los propios espacios delimitados sutilmente. Cosa que también se logró mediante un elemento arquitectónico por excelencia. “¿Un arco en una vivienda de 2,60 metros de altura y con 49 metros cuadrados? ¡Sí!”, detallan. “Y finalmente no fue uno, ni dos, ¡sino tres arcos!”.
Además, eran arcos de medio punto que ahora logran articular la compleja geometría de la planta de la vivienda. Así convive todo en un mismo espacio, permitiendo la entrada de luz desde la fachada pero, eso también, acogiendo y separando sutilmente el sitio de la cama, el rincón del lavabo, la posición de una (deseadísima) bañera exenta. Y, a la vez, ofreciendo la posibilidad de conferir privacidad a la ducha, simplemente al cerrar estos arcos por medio de puertas correderas.
Pequeños guiños de color
Desde el inicio, la pareja de propietarios se definía como amantes del color, y quería que su casa lo reflejara. Soñaban con un espacio alegre y muy vivo, y que al mismo tiempo ofreciera muchísima serenidad. Las plantas y los libros también debían figurar como protagonistas. “La idea fue componer un ritmo estudiado de tonalidades que nos hablaran de la naturaleza, con notas y acentos que definen cada una de las estancias de la casa en un estricto equilibrio”, aclaran desde Estudio Caliza. Respecto a los materiales, se optaron por continuos, en tonos muy claros, jugando con la contraposición de texturas en suelos y paredes.
Hoy, un suelo liso como el microcemento, que aporta luz y sensación de amplitud, es el que condiciona la planta triangular tras la reforma. Por el contrario, para las paredes se eligió el trabadillo, que por su textura confiere un aire, en cierta medida, rústico y singular. “Es un material que además es ecológico y tiene grandes beneficios para la salud”. Pero, ¿y qué hay del punto más rompedor? Lo añaden las notas de color. Desde los terrazos y el terracota en el mueble de la campana al alicatado del frente de cocina compensado con el color sahara, un beige que envuelve toda la carpintería. Por no hablar del verde, que aparece presente en las plantas, zonas de agua, ducha y lavabo, generando así un perfecto equilibrio donde poder relajarse. Y vivir en armonía.