Tanto en portada como en esta imagen, el salón de la vivienda rediseñada por Estudio Rebuelta Domecq, donde las geometrías se adueñan del espacio con líneas perfectas en estanterías y techos y mediante curvas sinuosas como las de la alfombra, el pouf y la butaca.
Con mucha pátina
La sensación de luminosidad conseguida, hoy, responde fielmente a lo que el cliente le pidió en su día a las hermanas de este despacho. Él quería de partida una vivienda funcional y acogedora. El propietario, un amante de la cocina y dueño de un restaurante en Madrid, deseaba un espacio que reflejara su pasión culinaria y permitiera una interacción sin fisuras entre la cocina y la sala de estar. Dicho y hecho. “El diálogo entre ambas estancias ha sido el reto más importante de la reforma”, dicen desde Rebuelta Domecq subrayando que, tras la obra de interiorismo, esa estancia común es la que mayor protagonismo adopta. Se ha convertido en el eje central de una casa cuyo estilo, ojo al dato, Almudena y Cristina definen como fiel a una especie de “minimalismo cálido”.
La etiqueta se refleja en la limpieza y simplicidad de las líneas arquitectónicas, por ejemplo, así como en los tonos neutros o en la elección de materiales desnudos. Pero no solo eso, hay más detalles de acuerdo a las autoras del piso: “Buscamos materiales que fueran de origen orgánico como el roble sin teñir, lana en las alfombras, lino en las tapicerías y cortinas, terciopelo de algodón 100%. O la madera negra y el terrazo de la cocina”. Además, en el proyecto los espejos se han utilizado estratégicamente para fomentar todavía más la sensación de amplitud y reflejar la luz natural.
Hay inspiración detrás
Ahora bien, volviendo a los primeros pasos de la reforma, ¿ha habido algún elemento que se ha conservado de la construcción original? Las responsables de Estudio Rebuelta Domecq, tal y como desvelan, desde un primer momento decidieron preservar una ventana de pavés en el pasillo, porque aportaba un toque de autenticidad a la vivienda a la que también, tras la obra, se le ha incorporado un mural en el salón del artista mallorquín Albert Pinya, en Gärna Art Gallery, como guinda final de este perfecto ejemplo de rehabilitación en el corazón de Madrid. Una reforma para la que, por cierto, Almudena y Cristina confiesan haberse inspirado en el interiorismo belga. Y, en particular, en la obra del famoso diseñador Benoit Viaene.

En el dormitorio principal y a modo de paso a su baño en suite, las responsables de Rebuelta Domecq han creado un pequeño escritorio.
Vista del baño del dormitorio principal, desde el vestidor propio que esta estancia también incluye.


Con líneas rectas y un toque algo rústico, así se resuelve el otro baño de esta casa en el centro de Madrid. Nadie diría que se concibió en los años 70.