
Sala de estar con sofá curvo estilo Ico Parisi de Studio Bañon, butacas de terciopelo amarillo de Berenis, mesa de mármol y cristal de Isadora Deco, apliques de Murano de Judith San Quintín, cuadro sobre sofá de Pijuan y sobre chimenea de Jordi Alcaraz, ambos para Orellana Arte.
La sala de estar, aún comunicada con el salón, se mantiene de forma independiente. La continuidad visual se logra gracias a los acabados, los colores y las piezas de diseño que dialogan entre sí.


Unas puertas correderas delimitan y dividen ambas estancias. El suelo en madera en espiga y las molduras en techos y paredes dotan de alma clásica a estas zonas comunes.

Cocina con sofá verde de María Antonia Sánchez, mesa de Rue Vintage, sillas de Berenis, vajilla de Sarah Lavoine (también de Rue Vintage), aplique Murano de Judith San Quintín, jarrón rojo Murano de El Ocho y arte de Gärna Art Gallery.
Uno de los cuatro dormitorios de la vivienda con alfombra de BSB y butaca italiana de Judith San Quintín.


Otro dormitorio con acceso a la terraza. Mesillas y lámparas de Berenis, plaid de Rue Vintage, lino de Pepe Peñalver, pouf vestidor diseño del estudio.
La terraza recuperada se ha proyectado en colaboración con Ana Martínez Pereira. Un refugio urbano para desconectar rodeado de naturaleza.


Cada dormitorio de la casa viene equipado con su baño propio.
Hay una gran variedad de piezas imponentes, pero entre las que más destacan está la mesa de la entrada del arquitecto italiano Angelo Mangiarotti. En mármol blanco y adquirida en Mestizo, da la bienvenida anunciando toda una selección cuidada de asientos, mesas, sillas y complementos. Entre ellos, la mesa de centro de mármol negro Marquina de Gae Aulenti, una butaca de Toshiyuki Kita para Cassina y las sillas de comedor del gran Ettore Sottsass, todo de LA Studio. En la vivienda también se puede encontrar los muebles diseñados por María Antonia Sánchez, como el sofá de terciopelo verde para la cocina o las sillas de metal negro en la terraza.
Arte y diseño aquí van de la mano
Esta combinación armónica de diseño se completa con arte, como el cuadro del catalán Jordi Alcaraz que roba el protagonismo en el salón. Un cuadro de la tienda de antigüedades Berenis en la cocina y una escultura de madera en el salón a cargo de Gärna Art Gallery merecen también una parada romántica en el conjunto. ¿Cuánto tiempo tardó en rehabilitarse el piso? La diseñadora dice que seis meses, en los que se ha dedicado en cuerpo y alma a actualizar la historia de esta casa de los años 20.

El comedor independiente y, al fondo, la cocina. Sillas de Ettore Sottsass, en LA Studio; escultura, mesa comedor y cuadro de Berenis, alfombra de BSB Rugs y lámpara italiana de Judith San Quintín.