
El comedor, que comparte espacio con el salón y la cocina, cuenta con una mesa de Momoca y pintura de Sune Christensen en Mikel Alzueta Gallery. Las sillas son de Tristán Domecq Casa.
Retrato del diseñador Tristán Domecq, a cargo de este proyecto en Madrid.

Los propietarios, residentes en Colombia y Miami, buscaban una vivienda para pasar temporadas en Madrid. Y, según nos cuenta el diseñador, buscaban mantener el estilo al que están acostumbrados. “Querían suelos de piedra y colores claros, pero Madrid es un contexto diferente. No es un clima tropical, así que intentamos darle un toque más invernal con la decoración para que no fuera una casa fría”, añade. De hecho, mantener una atmósfera sofisticada pero rompiendo la sobriedad es la dinámica que se ha implementado en el diseño de todo el apartamento.
Jugando con el contraste
Mientras los suelos de piedra Niza recorren todas las estancias, creando un recorrido fluido y continuo, las paredes en tonos crudos integran un juego de texturas. “En los dormitorios y pasillos pusimos un papel textil de lino para dar más calidez. Y en el hall, tanto el techo como la cornisa y las paredes están trabajadas con un estuco para darles textura y crear un efecto bóveda”, detalla Tristán Domecq. Algunas molduras, precisamente como las de la entrada, o las que hay rectas en los dormitorios, sugieren una reinterpretación del origen de la vivienda. Dotando así a las estancias de un carácter clásico muy de hoy.

Sobre la consola de madera de la entrada, un cuadro de Joaquín Torres García, propiedad de los clientes, y una vasija antigua de Mestizo. Los apliques son de Tristán Domecq Casa.
En el hall se ha integrado una moldura sencilla de forma redondeada y de gran tamaño, perfecta para los techos altos. Además, tanto el techo como la cornisa y las paredes muestran un estuco que genera una sensación de bóveda.

Otras piezas, en cambio, nos remiten a un concepto más rústico. Como la gran consola de nogal antigua en el hall con vasijas de terracota que relajan el espacio. Un eclecticismo en el que también participa el elemento, probablemente, más rompedor de toda la vivienda. Se trata de un aparador y mueble bar de madera de suelo a techo fabricado a medida en roble. “Lo hicimos de madera para romper con el blanco del resto de la casa y le añadimos una embocadura de piedra, simulando las que están en los muros de carga”.

En el aparador, diseñado a medida, obra de Aythamy Armas en galería Alzueta. Debajo, libro de Picasso con un mortero de piedra conseguido en un mercadillo.
La cocina se integra a la perfección en el espacio abierto de la zona común. Los electrodomésticos ocultos en los armarios lisos crean una gran limpieza visual. Aunque la sobriedad queda rota magistralmente por la isla, diseñada por Tristán Domecq con encimeras de Silestone y un escalón dentado que le da personalidad.

Piezas diseñadas a medida, detalles con mucho carácter
El salón es probablemente la estancia más sofisticada de la vivienda. Por su alfombra verde de seda, las butacas de diseño sueco, las cortinas de lino en tonos verdosos y marrones y los toques de color que dialogan con las obras de arte. En contraste, la cocina diseñada a medida mantiene un estilo más plano. “Los clientes querían una cocina lo más lisa posible”, señala Domecq. “Conseguimos convencerles de hacer un dibujo en la isla muy sencillo para que no fuera tan plano. También le dimos un tono topo a la estancia para generar una atmósfera más cálida”.

Vista de la entrada y la cocina desde el salón de la vivienda.
El concepto, sin embargo, se vuelve más íntimo en los dormitorios. En ellos es donde las paredes empapeladas en lino se combinan con armarios ocultos de los que solo se percibe el detalle de los tiradores. Piezas de diseño como una lámpara de Murano, textiles en color mostaza y un banco isabelino junto a la ventana llenan de personalidad el dormitorio principal. Otros elementos, como el lavabo incorporado en el vestidor de otro de los dormitorios, o la pila de piedra Emperador en el baño de invitados, añaden un estilo original en el que vuelve a funcionar la gran idea de romper con lo sobrio a través de los detalles. Una idea que, en definitiva, trata de dotar de vida a cada uno de los espacios de esta vivienda. Y no solo es que lo intente, sino que aquí lo consigue a la perfección.

En el dormitorio principal, las paredes se han revestido con un cálido papel textil de lino, que también se ha utilizado para ocultar el armario. Un banco de estilo isabelino cobra protagonismo junto a la galería.

En el baño en suite del dormitorio principal, el frontal del lavabo es un pantografiado de madera de roble diseñado a medida y los accesorios en mármol verde, de Tristán Domecq Casa.
Lámpara de Murano antigua y cómodas, ambas de Tristán Domecq Casa. Los cojines son de Gancedo, la colcha de Rue Vintage y el cabecero, diseño del estudio.


En el baño de invitados cobra protagonismo el lavabo diseñado a medida, con piedra Emperador e inspirado en los pilones de los antiguos lavaderos.