En la zona de chimenea, pareja de sillas Arpa diseñadas por Jørgen Høvelskov y butacas italianas años 60, todo de LA Studio. El jarrón de cristal de Murano con burbujas es de Judith San Quintín.
En otra vista de la zona de chimenea, mesa de centro Arena de Cattelan Italia, mesas auxiliares Ilda con mármol Emperador y Carrara de Poliform, y cuadro de Anke Blaue en Galería Marita Segovia.
Un contenido hecho para resistir
Aunque en un principio parecía ser un proyecto sencillo, poco a poco se fue convirtiendo en una verdadera reforma integral que duró poco más de año y medio. “A partir de las imágenes 3D que les mostré, y que suelo realizar al inicio de cada proyecto, fuimos ajustando la obra al gusto del cliente. Cambiamos todo lo que había en el interior de la casa y fuimos encargando las piezas de diseño para cada espacio”, detalla la interiorista. “Siempre elijo materiales duraderos y nobles, y una paleta de base natural como la madera de Mongoy, nogal o roble acanalado. Además de diferentes tipos de cuarcitas, latón y cueros para darle calidez y que perduren en el tiempo”.
La casa se divide en cinco pisos incluyendo el ático y el sótano. En el ático se encuentra la zona de chill-out con cocina, aseo y piscina, y en el sótano está el gimnasio y el spa. Además, cuenta con cinco habitaciones en suite, un despacho, un aseo de cortesía, una cocina con office, un hall y un ascensor. Sin embargo, los protagonistas de la vivienda son los tres salones que se encuentran en la segunda planta. Por un lado, la zona de chimenea con una biblioteca. Por otro, el área del bar y la zona de televisión. Y, en el centro, se encuentra el comedor con una alfombra geométrica de colores suaves hecha a medida. “La vivienda refleja todo mi estilo”, subraya Marta Alén, “que se caracteriza por ser depurado, refinado y con influencia italiana, ya que estudié y trabajé durante seis años en Milán”.
En la zona del bar, escultura Torso de Josecho López, en Galería Marita Segovia, pareja de butacas Utrecht XL de Cassina, mueble-bar Tratto de cuero y nogal de Alivar y suelo de cuarcita Exclusive White Vintage.
Mesa de comedor Plinto de Meridiani, sillas Febo de Maxalto y pareja de jarrones diseñados por Constantini Murano, en LA Studio. Igual que la lámpara Sputnik con varillas de latón terminadas en lágrima de cristal de Murano. El cuadro es de Javier Cámara, el papel de la pared de Schumacher y la alfombra a medida, de Kaymanta.
Dibujando contrastes de formas y colores
En el interior de esta casa hay mucha atención al detalle y también un alto nivel de diseño. “Destacan el despiece de suelos, los espejos, las puertas ocultas o paneladas, los pespuntes en cueros y en tapicerías de diferente color para crear contrastes, el mobiliario de cuerdas y las varillas de latón terminadas en lágrimas de cristal de Murano”, describe la autora. A su vez, toda la iluminación de la vivienda, incluido el funcionamiento de las venecianas y los estores, que sirven para regular la intensidad de la luz y darle un punto de elegancia, funcionan con un sistema domótico.
Junto a la cocina diseñada por Marta Alén, mesa Flute de Poliform, jarrón de Jacopo Foggini de LA Studio, sillas Emilia de Meridiani, lámpara IC suspension de Flos y papel de la pared de Pierre Frey.
En la habitación principal, silla Wiggle de Frank Gehry en LA Studio, cómoda Round de Alivar, pareja de jarrones italianos tallados a mano de LA Studio, cuadro de Saxon Quinn adquirido en Gärna Gallery, lámpara PH 4/3 de Louis Poulsen y cabecero, banco, plaid y cojín de la cama con telas de Pierre Frey.
“El arte está muy presente en mi trabajo, para mí es clave introducir esculturas o pinturas para crear un contraste de color y darles un protagonismo esencial. He tenido el privilegio de que mis clientes han estado muy implicados en el proyecto y me han dejado volar con mi imaginación para crear su hogar familiar”, concluye Marta Alén, revelando su filosofía de base en esta vivienda madrileña. “Quería diseñar una casa a su medida, única, funcional y cómoda para que fueran muy felices en ella”. Y, viendo las imágenes, queda claro que la interiorista, una vez más, lo ha conseguido con creces.
En el baño principal, cuarcita Calacatta Boheme Vintage en los lavabos, suelo y ducha, grifería Mem de Dornbracht, busto de Judith San Quintín, espejos a medida de latón envejecido y bañera Clivia de Treesse.
El despacho cuenta con paredes de madera de Mongoy, escritorio Recipio ‘14 de Maxalto, lámpara de escritorio Daphine de Lumina, silla Capo de De La Espada y cuadro de Enrique Solá, en Gärna Art Gallery.