En el salón, papel Arty diseñado por Marie-Cécile Aptel para Pierre Frey. Al frente, sofá Raglan Home de Piergiorgio Cazzaniga para Andreu World con cojines de Diabla. Alfombra Tomol de The Masie.
Tras diez años de experiencia en el sector con Sinmas Studio, el interiorista decidió embarcarse en su proyecto más personal, su homónimo Sigfrido Serra Studio. Una clienta que el diseñador conocía bien llamó a su puerta con una residencia veraniega que tenía entre manos, quería dotar al espacio de alegría y la esencia más auténtica de Altea. “Trabajar con ella ha sido un placer porque nos dio banda ancha, así que nos sentimos libres para imaginar cualquier propuesta. Además, tras tantos años conocemos sus gustos y necesidades, y ella confía en nosotros”, cuenta Serra.
Sin miedo al tinte
Todo en la casa está diseñado para dar color y alegría a la vivienda, y qué mejor signo de esto que el papel pintado Arty de Pierre Frey como telón de fondo para el salón. El amarillo, el azul o los tonos terrosos (estos últimos resultan la gran apuesta del valenciano para 2024) viajan a distintos rincones de la casa, inspirados en la esencia mediterránea, y nadando entre Marcel Breuer, Poul Henningsen, Patricia Urquiola o Arne Jacobsen. La explosión de color deslumbra ante una base blanca pura presente en toda la vivienda. En el salón, por ejemplo, las cortinas, el pavimento, dos icónicas Wassily de 1926 diseñadas por Marcel Breuer en piel blanca de Knoll y una escultura de Jaime Hayón para Lladró absorben toda esa nívea luz exterior.
Comedor con mesa Cambio de Víctor Carrasco para Viccarbe y sillas Oru de Patricia Urquiola para Andreu World. Alfombra Musta y consola Danil negra, de The Masie. La pared viene con obra de técnica mixta sobre arpillera de Manolo Puig. Sobre la mesa, lámpara PH5 de Poul Henningsen para Louis Poulsen.
Cocina tributo al mar y a la playa alicantina con rayas y color verde esmeralda. Mobiliario de Berloni y taburetes Oru de Patricia Urquiola para Andreu World. Sobre la isla, escultura de pez Betta de Lladró.
Homenaje a la tierra
El viaje del color continúa hacia la cocina y el comedor. La primera luce un favorito del diseñador, el verde esmeralda. El segundo, es el rincón preferido de Serra: “El color amarillo del comedor, combinado con el blanco y el negro, me fascina. Juntos contrastan muy bien y aportan fuerza y luminosidad al espacio. Es una oda al sol mediterráneo, al sol de Altea”. Aquí, las sillas negras Oru de Patricia Urquiola para Andreu World parecen colarse en un espacio al que a priori no pertenecen, pero “son parte fundamental del proyecto. A pesar de elegir la madera tintada y el textil negro”, explica él, “nos conectan con el espacio siendo un elemento elegante y sofisticado”.
La magia sigue en el resto de estancias. Un dormitorio con el cabezal de terciopelo mostaza de lo más teatral, la habitación de invitados que apuesta por el amarillo más enérgico y vital, y la terraza con vistas espectaculares a la Bahía de Altea y una pérgola bioclimática que no fue fácil subir hasta la decimosegunda planta. “En esta casa se respira color, alegría y frescura; mi cóctel perfecto para un apartamento a la orilla del mar Mediterráneo”, comenta Sigfrido.
Dormitorio principal con cabezal en terciopelo mostaza de Gastón y Daniela y cojines Libano de la colección Artis de Erico Navazo para Ka International. Mesita de noche del estudio lacada en blanco y lámpara de mesa Chiara Table de Mario Bellini para Flos.
Que al mirar estas fotografías podamos oler, escuchar, saborear y sentir el verano en nuestra piel no es casualidad. El secreto de los interiores de Sigfrido Serra Studio está en tratar a las viviendas como entes vivos, capaces de hacer sentir y transmitir emociones. “Por ello hablamos de interiorismo emocional cuando proyectamos un espacio que dota de emociones a los usuarios”, concluye el diseñador. “Les transmiten calidez, frialdad, elegancia, modernidad, sofisticación, uniformidad… Todo ello dota de un alma al espacio, y eso es lo que nutre todos nuestros proyectos en el estudio”.
De nuevo en el salón, mesa de centro Cambio de Víctor Carrasco para Viccarbe y mesas auxiliares de cristal templado Iris de The Masie. Sobre ellas, lámpara AJ de Arne Jacobsen en 1957 para Louis Poulsen y lámpara Panthella 250 Portable por Verner Panton en 1971 para la misma marca. Sobre la mesa de centro, figura Embraced de Jaime Hayón para Lladró.